segunda-feira, 16 de outubro de 2006

Arte Poética

Estive em Buenos Aires, acompanhado de Paula, minha maior companheira. Fiquei admirado com a cidade. Se a concepção deste blog é multiplicar conhecimento, Buenos Aires é uma excelente referência: A cultura preservada, a arquitetura variada, bairros com simbologias, uma cidade única, onde cada pedaço se assemelha a outro lugar do mundo. Se pudesse, escolheria Buenos Aires como uma boa cidade para descrever-se em um poema. Por isso, embalado e agradecido pela hospitalidade, trago um texto da maior referência literárea e poética argentina de todos os tempos, Jorge Luis Borges

Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.

Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.

Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los año
sen una música, en un rumor y un símbolo,

Ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.

A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.

Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
lloró de amor al divisar su Itaca
verde y humilde. El arte es esa Itaca
de verde eternidad, no de prodigios.

También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.

Jorge Luis Borges